A veces me gustaria que la vida fuese un musical (creo que le sucede a mucha gente) y que la magia de la música y las letras pegadizas hagan una elipsis en el tiempo y de repente todo sea diferente. Que la gente extraña de la calle se haga parte de nuestras vidas por solo un momento, como los coritos o el estribillo. Y que los buzones bailen, como en "It's oh so quiet" de Björk.

Otras veces, me gustaría que fuera como un Shoujo, donde todos los momentos de belleza y felicidad (...) se detienen y se vuelven larguísimos, esperando a que los pétalos de flores de cerezo caigan lentamente, haya un arbol de sakura o no. Y donde las confesiones de amor y amistad sean tan ceremoniales y simbólicas que todo los demas pierda sentido durante ese momento, antes de ir al corte comercial, claro.

También se me da por desear que sea como una novela de TV, donde el drama y los diálogos ganan aún más dramatismo del que deben tener y las situaciones tensas se denotan por una siniestra música de fondo, que nos avisa de una u otra forma lo que va a suceder. Lo haría todo más divertido! Vamos! Y nos llamariamos los unos a los otros por nuestros nombres completos... y hablariamos de espaldas, si la situación es dramática enough.

No estaría mal que de vez en cuando, sea como una publicidad, de esas que son para las amas de casa. Donde mamá es feliz si lava los platos con el detergente correcto y donde quizas es esperable que una especie de Superman (pero más homosexual) se presente en su cocina, le diga que se llama Mr. Musculo y lo solucione la existencia. Que el camino a la plenitud como seres humanos esté designado, a veces, por la marca de jabón en polvo que usamos o por el consejo de alguna centroamericana famosa que hace gimnasia aunque esté ovulando.